Antes y después, de vestido a pichi

    


    En esta época del año, una de las prendas que me gusta utilizar para diario, por su aspecto juvenil y relajado, son los pichis y los petos. Últimamente se han vuelto a poner muy de moda los de tejido vaquero, pero siempre podréis haceros uno muy sencillo partiendo de la tela de un vestido que ya no os pongáis.
Yo voy a utilizar uno que tengo guardado desde hace tiempo porque me encanta la tela, pero ya no me lo pongo porque me queda un poco justo; así al transformarlo en pichi y ser más abierto me resultará mucho más cómodo.

Para esta renovación sólo necesitaremos:

Un vestido viejo.
Tijeras.
Alfileres.
Máquina de coser /Aguja e hilo.
Goma.


Lo primero es marcar en el vestido el largo que queremos de falda y cortar por la marca.


















Ahora medimos en la parte de arriba un rectángulo de 16cm de ancho y 22cm de alto y lo cortamos, esto será la pieza del pecho de nuestro peto.
Cortad juntos el forro y la pieza de tela.
*Cuando cortéis cualquier pieza de tela acordaros siempre de dejar 1cm de margen alrededor para poder hacer después las costuras.


















Lo siguiente es cortar los tirantes. Utilizad aquí también el forro y la tela, así serán más resistentes.
Necesitamos cuatro:
Dos de 36cm de largo y 3cm de ancho.
Dos de 76cm de largo y 3cm de ancho.
































Ya tenemos todas las piezas cortadas así que podemos empezar a coser.
Para hacer los tirantes ponemos juntas la parte de tela y de forro y cosemos tres de sus laterales. Lo haremos por el revés para poder darles luego la vuelta y tener las tiras bien rematadas.




































El siguiente paso es hacer lo mismo con la pieza rectangular que cortamos para el pecho.


















Con la pieza ya del derecho, sujetamos con unos alfileres los dos tirantes más cortos en las esquinas de arriba y los fijamos con un pespunte.















Ahora que ya tenemos la parte de arriba lista seguimos con la falda.
Para rematar la cintura doblaremos la tela un par de centímetros hacia dentro, como si hiciéramos un bajo y le pasamos un pespunte. Así nos quedará un canal por donde pasar luego la goma que nos ajustará la cintura.


















Lo siguiente es unir la parte de arriba a la de abajo.
Así que la sujetamos con ayuda de unos alfileres en el centro del delantero y le pasmos un pespunte para asegurarla.




































Como así no se nos ajustaría bien al cuerpo es el momento de meterle la goma en la cintura.
Para que la parte de arriba no se nos frunza, no meteremos la goma todo alrededor.















Para terminar cosemos los dos tirantes más largos en la espada.



















Y ya tenemos lista nuestra renovación.

                     




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